La Fundación Cajasol de Sevilla acogió el pasado 13 de octubre, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Visión, una mesa informativa en la que se trataron aspectos relacionados con las enfermedades de la mácula, una de las causas de ceguera más importantes en los últimos tiempos. Durante este coloquio, en el que participaron profesionales de diversas especialidades, se trataron los diferentes aspectos que hacen que este tipo de anomalías en la visión sean consideradas como unas de las amenazas más serias que existen sobre la salud visual tanto actualmente como en los próximos años, así como las plataformas y acciones puestas en marcha para mitigarlas y ayudar a sus pacientes a mejorar su calidad de vida.
Al encuentro, organizado por la Asociación Mácula-Retina, acudió Blanca Fernández, presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía en representación de este sector sanitario de atención primaria, quien estuvo acompañada por el periodista Alfonso Pedrosa, de la Asociación Mácula-Retina; el doctor Ignacio Montero, representante de la Sociedad Andaluza de Oftalmología; Juan Manuel Flores, delegado del Área de Bienesar Social del Ayuntamiento de Sevilla; y Guadalupe Iglesias, una de las pacientes intervenidas con el implante de retina «Argus II».
Durante la mesa redonda, Blanca Fernández valoró la labor del óptico-optometrista como profesional de la visión, y destacó las competencias que posee para lograr una detección precoz de este tipo de enfermedades, que ya suponen una de las primeras causas de pérdida de visión a nivel mundial. Para ello, destacó el apoyo que se realiza desde el COOOA con el impulso del ‘Observatorio de la Visión en Andalucía’, una inicativa que persigue promover la calidad de vida de los pacientes con enfermedades que afectan a la retina.
Por su parte, Ignacio Montero dio a conocer al público asistente la relación que existe entre las enfermedades de la mácula con el envejecimiento de la población. El doctor recalcó que «cuanto mayor esperanza de vida existe en un país, mayor posibilidad de aparición de enfermedades relacionadas con la mácula habrá». Por ello resulta indispensable acometer este tipo de procedimientos, en el que el desarrollo de una detección precoz de enfermedades de la visión ayudaría a prevenir y frenar la aparición de la ceguera.
En su turno de palabra, Alfonso Pedrosa destacó el déficit de atención que suelen tener las asociaciones de pacientes y la importancia de generar alianzas con otras organizaciones, instituciones y estamentos para difundir entre la población los problemas a los que se encuentran y, de esa manera, sea más fácil lograr sus objetivos. Además, subrayó la importancia de la creación del Observatorio de la Visión puesto que, por un lado, podría ayudar a que se tomen mejores decisiones en base a unos datos reales y concretos y, por otro, podría llegar a ser una gran influencia en el diseño de las políticas públicas sanitarias.
Uno de los momentos más esperados por el público asistente fue la participación de Guadalupe Iglesias, paciente con retinosis pigmentaria diagnosticada con «ceguera legal» pero que, a través de la implantación de un microchip con electrodos, es capaz de tener una visión artificial en blanco y negro a través de unas gafas, que le permite percibir formas de objetos y personas. Durante su charla comentó que, aunque está contenta con su estado actual y volvería a someterse a la misma operación, reconoce que este sistema «no es la Panacea» y que aún queda mucho camino por recorrer en este ámbito, en el que deposita sus esperanzas. El más cercano, un nuevo software más evolucionado que verá la luz próximamente y que permitirá a su usuario ampliar las capacidades visuales con respecto al anterior modelo.